Una vida sin amor es incompleta, pues nadie es capaz de
explicar lo que un simple sentimiento puede llegar a hacer en la vida de las
personas. Nada se sabe del amor hasta que se ama.Querer es inevitable, te ayuda
a crecer y ayuda a que otros crezcan. A veces las tristezas tienen que ver con
las personas que se van y eso duele. En esos momentos juramos no volver a
encariñarnos con nadie más y desde que conocemos a otros especiales olvidamos
esa promesa que nunca llegaremos a cumplir. Y así es cómo vamos dejando huellas
en el corazón de las personas y cómo éstas, a su vez, dejan huellas en el
nuestro.Cuando alguien se va lloramos porque el corazón nos pide a gritos esas
lágrimas, esas pataletas, para aliviar un poco el dolor que estamos sintiendo.No
obstante, cuando nosotros nos marchemos, en algún rincón del mundo, habrá
alguien que llorará por el simple, pero a la vez complejo hecho de que ellos
también nos quisieron.
Quiero dos vidas junto a ti, una de tu mano, otra en tu
cuarto. Amor, paz, sonrisas, abrazos, besos, cosquillas, orejas, labios, cuerpo,
cintura, cinturón, muerdos, pantalón, falda, tu, yo.
Y vamos a querernos, a
pensar que somos los primeros. Que estos días junto a ti no terminen nunca, que
no tengan fin. Diles a ellos que soy tu pequeña, yo diré que tu solo eres mio.
Sonríe cuando oigas mi nombre, yo sonrojare cuando me hablen de tus
manías.
Hoy brindare por el esfuerzo que me lleva el tenerte lejos, brindare
con la esperanza de que estos días pasen rápido y pueda volver a ver tus
pequeños ojos rasgados que ami tanto me gustan, a volver a besar tus dulces
labios y a que nuestros cuerpos rocen de pasión en esa noche que tanto tiempo
llevábamos deseando.
Un tiempo sin ti, con la única condición de estar toda
la vida a tu lado.
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